Vandalismo. Manifestantes, con el rostro tapado, robaron prendas de vestir de un negocio ayer en la madrugada en Río. |
“No hubo una revisión del plan porque la posibilidad de manifestaciones ya estaba prevista, pero estaremos más atentos. Es lógico que las protestas están entre nuestras principales preocupaciones, principalmente si ocurren en locales con más de un millón de personas”, dijo hoy el comandante de la Primera División del Ejército y responsable por la seguridad durante la visita del papa, general José Alberto da Costa Abreu.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, dijo por su parte que el plan de seguridad para la visita pontificia está listo en lo que se refiere a los asuntos de seguridad pública cotidiana, como violencia y criminalidad.
Pero admitió que, “en cuanto a la posibilidad de manifestaciones, a las que tenemos que darle un tratamiento diferenciado, estaremos atentos para ver lo que puede o no ocurrir”.
Beltrame se refirió a posibles manifestaciones durante la visita del Papa en la rueda de prensa que concedió tras la reunión de emergencia convocada este jueves por el gobernador de Río, Sergio Cabral, para evaluar los actos de vandalismo ocurridos de madrugada tras una protesta.
Los incidentes ocurrieron luego de que un pequeño grupo de manifestantes encapuchados, de entre los cerca de 2.000 que protestaban contra la corrupción frente a la residencia particular de Cabral, se enfrentara a la policía a pedradas.
Una vez que la policía dispersara al resto de manifestantes, los encapuchados se dirigieron a una de las principales avenidas de Leblón, uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, donde realizaron ataques vandálicos.
Los incidentes violentos aumentaron la preocupación que los responsables por la seguridad del Papa ya habían admitido tras las masivas protestas por mejores servicios públicos que millones de brasileños protagonizaron en centenas de ciudades en junio pasado, algunas de las cuales también terminaron en conflictos.
Algunas organizaciones, como un grupo de ateos y otro de feministas, han convocado manifestaciones durante la visita del Papa a través de las redes sociales.
La que más preocupa por ahora es una convocada para el próximo lunes frente al Palacio de Guanabara, la sede del Gobierno estatal y el local en que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tendrá su primer encuentro con el Pontífice.
Beltrame afirmó que las posibles manifestaciones serán tratadas de forma diferenciada pese a que no existe “un manual” sobre cómo actuar en ese tipo de situaciones.
El Ejército no reprimirá a un manifestante que levante un cartel de protesta en medio de la misa a no ser de que sea ofensivo al Papa.
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